Las uñas

 Tenemos que revisarlas con suma frecuencia, al menos una vez al mes. Dependiendo de la superficie por donde camine Bob se desgastarán más o menos. Debemos cortarlas periódicamente salvo que estén bien desgastadas. La tarea no es difícil, pero hay que tener cuidado de no cortar la parte viva de la uña.

Consejo: mejor dejarlas un poco largas que pasarse.

Para recortarlas utilizaremos un cortaúñas para perros. Hay muchos modelos y tipos en las tiendas especializadas que te permitirán elegir el que te resulte más cómodo.

Si cortamos más de lo debido aparte del alarido de Bob se producirá una hemorragia que debemos contener (es una zona muy rica en vasos sanguíneos, por lo que es conveniente tener los productos adecuados en el botiquín) y posteriormente el perro tendrá molestias, así que cuidado. Hay gente a la que esta tarea le da "repelús", en este caso lo mejor será que la realice el veterinario.

Un último apunte, ojo a la uña del dedito de arriba, el equivalente al pulgar, ya que se desgasta menos que las otras y crece mucho más.